«Hágase en mí». Este es el lema de este año. Son las palabras que María dice cuando el ángel Gabriel le pregunta si acepta ser la madre de Jesús.
María, en este pasaje, nos enseña muchas cosas. Una de esas enseñas es a aceptar lo que ha de venir con confianza y agradecimiento. Si nos imaginamos la escena, estoy segura que ella sintió una emoción fortísima de saberse la elegida. Elegida y con mayúsculas. Irradiaría felicidad por cada poro de su cuerpo. No cabría dentro de sí. Esa emoción traspasaría su propia piel hasta fundirse con el cielo.

El canta y baila remueve fuertes emociones en cada una de quienes participamos. La espera parece larga para el día de la representación. Experimentamos nervios, invertimos energía y creatividad en el proceso. Conocemos niñas nuevas en cada momento. Y la acción social nos da una gran satisfacción personal.

Por eso, con María, queremos decir en cada momento ¡Hágase en mí!

Un agradecimiento especial a Concha Ribelles, que es nuestra diseñadora estrella. ¡Gracias Concha!